El año pasado me encontré con una fantástica historia en Linkedin.
Resulta que durante la segunda guerra mundial, los aliados mapearon agujeros de bala en aviones que fueron alcanzados por la artillería nazi. Lo hicieron para fortalecer las áreas muy dañadas.
Hasta que apareció el matemático Abraham Wald. Empezó diciendo que los puntos representaban sólo el daño a los aviones capaces de regresar y que había que reforzar las áreas donde no había impactos de bala. Había que suponer que los aviones no sobrevivían si eran impactados en los sitios no mapeados.
Todo sirve para reflexionar sobre lo que se ve y sobre lo que no se ve.
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