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Juan Elhordoy

El agro y la licencia social (1)





En momentos en que se manejaba que el concepto de sostenibilidad era fundamental en toda estrategia de desarrollo productivo (MGAP, 2017), decidí profundizar sobre el concepto de Licencia Social. Así fue que en el marc0 de un diplomado sobre Gestión de la Comunicación Digital con Énfasis en Bien Público (FLACSO Uruguay), preparé un Plan de Acciones para atender el problema del mal uso de agroquímicos y la progresiva pérdida de Licencia Social. Hoy, desde el mundo de las ciencias de la comunicación corporativa y con la idea de aportar un granito de arena en un escenario cada vez más complejo, iré sucesivamente compartiendo pareceres sobre el asunto.


Quedo expectante a comentario, preguntas y opiniones sobre el tema.

 

Cada problema ambiental ocurrido en el medio rural genera una mayor incertidumbre en la población general y en el vecindario en particular, según encuestas[1], focus group[2] y entrevistas en profundidad[3] encargados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (2017). Esto parece explicar un incremento de la percepción del riesgo, lo que consecuentemente genera una pérdida de confianza y de licencia social[4] hacia la producción.


También es para mencionar la profundización de los problemas en los vecindarios a nivel local. La brecha se va ampliando entre: aquellos defensores del agronegocio y el uso de agroquímicos y movimientos sociales interesados en prohibir las plantaciones de soja transgénica.

 

El concepto de sostenibilidad es fundamental en toda estrategia de desarrollo productivo (MGAP, 2017). Así es que desde el propio Estado se vienen aplicando despliegues tácticos concretos y específicos. Uruguay ha estado trabajando en la construcción de su política climática en agricultura y ganadería, que se basa en la búsqueda de cobeneficios. Los ejemplos más sobresalientes de estos beneficios colaterales son el manejo de pastizales naturales, donde es posible aumentar la productividad y al mismo tiempo, desarrollar la capacidad de adaptación y reducir la intensidad de las emisiones[3].


En este aspecto hay varios elementos novedosos para destacar. El más importante: mientras el 50% de los suelos del mundo se erosionan, Uruguay se enorgullece de ser el único país del mundo que regula la conservación de suelos con una política pública y requiere la aplicación de la ecuación universal de pérdidas de suelo. Aplica de forma obligatoria un plan nacional de conservación de suelos desde el año 2013, que junto a la técnica que utiliza la siembra directa para cultivos, permite reducir la erosión de la tierra en un 80%. Y el 95% del territorio agrícola del país hoy está regulado por los planes de uso de suelos.


El problema más importante que aparece en la opinión pública tiene que ver con la credibilidad. Mientras por un lado, el sector productivo (público y privado) realiza esfuerzos específicos que apuntan al cuidado y la preservación de los recursos naturales, por el otro hay un sector amplio de la población que directamente no cree acerca de lo que está recibiendo de información. Los propios estudios encargados por el MGAP permiten concluir que hoy día, más que un problema de disponibildad de información, hay otro más profundo: la credibilidad[4].


¿Por qué es importante incorporar el concepto de licencia social[5] en relación a las prácticas agropecuarias y específicamente al uso de agroquímicos? Según Robert Boutilier (2017), se trata de componentes que incluyen las percepciones de la comunidad y grupos de interés acerca de la legitimidad social y credibilidad de un proyecto o práctica. Para su auténtico desarrollo y éxito, el proyecto debe ser considerado como legítimo antes de que la credibilidad tenga algún valor, y ambos deben estar presentes para que se pueda desarrollar auténtica confianza[6].


Agrega el autor que existe amplia evidencia de que cuando no se obtiene y mantiene esta licencia, surgen problemas para los impulsores de la propuesta de un proyecto[7].

En ciertas ocasiones, la Licencia Social puede trascender la mera aprobación cuando una porción considerable de la comunidad y otros grupos de interés incorporan el proyecto en sus identidades colectivas. A este nivel de relación es común que los integrantes de la comunidad se transformen en promotores o defensores del proyecto, ya que se consideran co-propietarios y están emocionalmente involucrados en el futuro del proyecto, tal es la fuerza de la autoidentificación.


En este sentido, la pérdida de la licencia social que sufre la producción agropecuaria parece explicarse por una brecha campo-ciudad que se potencia con el desarrollo de la comunicación digital. En efecto, la multiplicación de la desconfianza asociada al uso de agroquímicos para viabilizar la producción de alimentos se refleja en la emergencia de movimientos sociales que reclaman por políticas duras con relación a la producción. Pese a lo antedicho, es posible abrazar la posibilidad de revertir y achicar esa brecha. Es válido pensar en consecuencias positivas de la comunicación digital para favorecer la comunicación para la inclusión y la diversidad.


En la medida que se trata de un gran cambio que ha revolucionado las relaciones humanas, es clave considerar la comunicación digital como base para fomentar el diálogo y la conversación. Así es que, en el marco de redes abiertas y colaborativas, el usuario cuenta hoy con muchas posibilidades de combinar naturalmente los mensajes que están en línea con sus pensamientos y convicciones previas. Al decir de la psicóloga israelí, Ziva Kunda, en este mundo de preconceptos consolidados “lo más probable es que las personas lleguen a las conclusiones a las que quieren llegar”.


Al desarrollar la teoría del pensamiento motivado, Kunda explica que la humanidad en movimiento, razona inconscientemente, descartando unos datos y recogiendo otros, en la dirección que nos conviene hasta llegar a la conclusión que nos interesaba inicialmente.[8] Aquí es donde para convencer hay que evitar la presentación de datos contrastados y apoyarse en mensajes emocionales para convencer.


[1] Equipos Consultores, 2017 [2] Ibid [3] Canzani, A (2017). Imágenes y opiniones sobre el sector agropecuario. Montevideo: MGAP. [4] https://socialicense.com/definition_spanish.html

[5] Equipos Consultores, 2017 [6] La Licencia Social ha sido definida como existente cuando un proyecto cuenta con la aprobación continua dentro de la comunidad local y otros grupos de interés, aprobación continua o amplia aceptación social, y con más frecuencia como aceptación continua. [7] Boutilier, R. (2017). Shinglespit Consultants Inc web. Retrieved from https://socialicense.com/span.html [8] Ibid [9] Salas, J. (2018, enero 28). ¿Por qué no cambiamos de opinión aunque nos demuestren que estamos equivocados?. El País. Retrieved from https://elpais.com/elpais/2018/01/26/ciencia/1516965692_948158.html



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